Liquido tapaporos: rápido, sencillo y sin obras
Para garantizar un correcto funcionamiento de la calefacción es necesario mantener una presión de agua adecuada y constante. En ocasiones, se producen bajadas de presión que obligan a tener que introducir agua cada pocos días en la instalación.
Esto nos indica que existe una fuga.
Hay fugas de agua que son fáciles de detectar porque se muestran a la superficie, como puede ser, encontrar un charco de agua debajo de la caldera, que gotee un radiador, o que aparezca una mancha de humedad en la pared o el suelo por donde vayan los tubos de calefacción.
Pero no siempre son tan evidentes. Hay veces que se produce una pérdida constante de presión pero no hay ninguna marca que lo evidencie.
Posiblemente porque el agua se escape por unos poros muy pequeños que se hayan originado en las tuberías. Como la cantidad de agua que puede salir por estos poros es muy pequeña y los tubos están calientes, el agua se evapora antes de que pueda producir ninguna marca.
Para este tipo de casos tenemos una solución rápida, sencilla y sin obras.
Mediante la aplicación de un líquido “tapaporos” en el interior del circuito de calefacción conseguimos que la instalación quede sellada de forma permanente. Este líquido es válido para conducciones metálicas y plásticas.
Una vez introducido el líquido en la instalación es necesario que ésta permanezca en funcionamiento unos días. De esta manera al circular el líquido por el interior de las tuberías crea una película que hace que se sellen los pequeños poros existentes causantes de la pérdida continua de agua. Observando que en ningún momento tenernos que rellenar el circuito.
Es aconsejable periódicamente realizar una limpieza de la instalación para que no se deteriore y que siempre este en buenas condiciones de funcionamiento.
¡Consúltenos sin compromiso!