El paso del tiempo y un mal mantenimiento de la instalación son los principales enemigos de las piscinas.
Podemos encontrarnos con varios tipos de problemas:
- Problemas estructurales por una mala ejecución, asentamientos del terreno etc.
- Problemas en las tuberías, por un mal mantenimiento.
Los puntos débiles de la instalación van a ser:
- Encuentros del vaso con los skimmers, desagües, impulsores etc.
- Esquinas del vaso.
- Uniones de las tuberías en instalaciones viejas.
En ocasiones, con una inspección visual del vaso de la piscina y del entorno se puede obtener información útil: grietas en el vaso, desniveles en el mismo debidos a hundimientos del terreno, etc. En otras ocasiones se pueden estar produciendo pérdidas de agua que no son visibles.
Por ello, es conveniente visualizar los niveles de agua de la piscina de forma periódica durante todo el año ya que, si se están produciendo filtraciones y no son detectadas a tiempo, podemos tener serios problemas. No solamente en la factura del agua sino, problemas estructurales y de cimientos.
¿Cuándo debe preocuparnos la pérdida de agua?
A la hora de comprobar los niveles de agua hay que tener en cuenta varios factores:
- Evaporación del agua. Según la zona climática y la época del año se perderá más agua por evaporación o menos.
- Ciclos de limpieza. Según el tipo de bomba y el tiempo empleado para llevarlo a cabo se pueden llegar a perder de 100 a 150 litros.
- Que se produzcan lluvias durante el periodo de comprobación de niveles.
- Las salpicaduras que se producen por el uso de la piscina.
Si una vez tenido en cuenta lo anterior sospechamos que estamos teniendo una pérdida de agua fuera de lo normal lo mejor es ponernos en manos de profesionales.
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